jueves, 25 de noviembre de 2010

ANA MARÍA MATUTE, PREMIO CERVANTES


"La vida es mágica; escribir, también"

Éstos son algunos recuerdos de Ana María Matute acerca de su pasión por la literatura. Como cuando hacía con cinco años bajo la cama o encerrada dentro de un armario, Matute sigue leyendo como una posesa: "Más de media vida larga me la he pasado leyendo; es importantísimo; por eso pude escribir Pequeño teatro con 17 años: esos sentimientos los conocía porque los había leído en Dickens y Dostoievski". Los escritores rusos "son lo máximo: mi amor por los cuentos es culpa de Chéjov, cuyos relatos me parecen mejor que su teatro".

Devoradora ahora de una novela negra que ha redescubierto ("con Denis Lehane y Michael Connelly me cae la baba; lástima que no tenga yo capacidad para ese género: ¡ahí cabe todo!"), sigue pensado que su mejor obra es Olvidado rey Gudú, quizá porque salió tras casi 20 años de silencio. "Sufrí mucho; la depresión, sobre todo si no sabes de qué viene, es muy dura; la vida pasa factura, ¿sabes? Pero bueno, quizá de perder todo aquello salió todo esto". Pues bien empleado.