- Si tuviera mucho dinero o si me tocara la lotería, no volvería por la oficina.
- El jardín, que había sido frondoso, estaba ahora más seco que nunca.
- No fue a casa, sino que pasó por secretaría para recoger su título.
- Cuando tengo que decidir algo dudo tanto que alguien decide por mí.
- Un árbol se acerca con sus raíces a la tierra más que otra cosa.
- Mañana, si tú quieres, podemos ir a bañarnos.
- Aunque sabía que era peligroso, saltó para salvar a su perro
- Como ya estábamos en diciembre, recogimos la aceituna para llevarla al molino
- Le dieron una vara para que condujese al ganado que guardaba
- Como no tiene dinero, ha tenido que vender el coche, que estaba nuevo.
- Dicen que por donde pisaba el caballo de Atila no volvía a crecer la hierba.
- Tan pronto como acabe este ejercicio, nos vamos de paseo
- La hiedra ascendía por el muro como un trapecista que trepara hasta lo alto
- Tú, cuando estés triste, acuérdate de lo que te escribí
- No puedes imaginar de lo que es capaz un hombre cuando está desesperado.
"Se escribe y se lee poesía, no porque sea bonita, sino porque es parte de la humanidad. Se escribe y se lee poesía porque los seres humanos son seres con pasiones. La medicina, el derecho, el comercio, son nobles actividades necesarias para mantenernos con vida. Pero la poesía, el amor, la belleza, ésa es nuestra razón de ser", N.H.Kleinbaum
sábado, 10 de diciembre de 2016
PRÁCTICA DE LA ORACIÓN COMPUESTA II
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miércoles, 7 de diciembre de 2016
PRÁCTICA DE ORACIÓN COMPUESTA I
- Dile a Jorge, cuando lo veas, que tengo un regalo para él
- Los policías que me detuvieron me trataron peor que a un delincuente
- No va a venir nadie para recoger la basura, porque están en huelga.
- Para acabar antes, procurad que nadie se enrolle.
- Cuando acabó el concierto que dio tu grupo, me marché a casa.
- Como no me ayudes tú, dejas de ser mi amigo.
- Aunque me apatece que te quedes, es mejor que vuelvas a casa.
- Dice unas cosas que dan miedo.
- Es una suerte que haya más setas que el año pasado.
- Me voy a la cama, porque tengo mucho sueño y porque mañana madrugo.
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viernes, 2 de diciembre de 2016
HISTORIA DE UNA ESCALERA. Antonio Buero Vallejo
Historia de una escalera es un drama en tres actos estrenado en 1949 en el Teatro Español de Madrid. Fue dirigida por Cayetano Luca de Tena tras obtener el premio Lope de Vega de ese año y tuvo 187 representaciones, lo que indica un enorme éxito.
La obra describe la fatalidad que persigue a los vecinos de una casa modesta, quienes no pueden, de ninguna manera, mejorar su condición social de “pobres”: tres generaciones (primera: Doña Asunción, Paca, etc.; segunda: Fernando, Urbano, Carmina, Elvira, etc.; tercera: Fernando hija, Carmina hija, etc.) están condenadas a vivir en la mediocridad, a la sombra de la escalera de una casa de vecindad. Este hecho supone el fracaso continuo de los personajes, por un lado como componentes de una sociedad que no tiene esperanzas de mejora, por otro, como seres individuales que se condenan ante la imposibilidad de ver realizados sus sueños. Además, esta situación llevará a algunos de ellos a la desgracia. Buero termina la obra con un final abierto: ¿podrán Fernando y Carmina hijos, a través de un amor prohibido por sus padres, librarse de la escalera, de la mediocridad de esas vidas?
Contexto histórico: Por aquellos años España se encontraba en la época más dura de la posguerra, además de estar inmersa Europa en la Segunda Guerra Mundial. La censura, la prohibición de multitud de derechos civiles, además del hambre, las cartillas de racionamiento, era la situación que vivía una población que sentía el peso de los trágicos recuerdos de la guerra.
A consecuencia de la fuerte censura que se cernía sobre el teatro, estos temas no podían ser tratados directamente en el escenario. Por esa razón, entre el segundo y el tercer acto se elude, y a la vez se alude la guerra civil; es decir, está en la mente de los espectadores y constituye un personaje más, indispensable parar entender las reacciones de los personajes. El tema de España, por lo tanto, está presente de manera constante en la obra, tratado desde una perspectiva crítica, con una visión que hunde sus raíces en Cadalso, Larra, Galdós y la Generación del 98. El dolor por el atraso, la falta de futuro, la frustración por la imposibilidad de prosperar que manifiestan los personajes son los mismos que se encuentran en todos ellos. Frente a esa España real, Buero opone una España posible, soñada, mediante la esperanza que representa el final.
Contexto literario: Buero es, ante todo, un trágico. Para él la tragedia tiene doble función:
a) Inquietar: plantear reflexiones al espectador sobre temas trascendentales de la condición humana.
b) Curar: no imponer soluciones, dejando siempre una puerta abierta a la esperanza.
La temática de sus obras siempre es la condición humana ante la que interroga. Sus obras tienen mucho de investigación y desvelamiento de las limitaciones de la personalidad humana: la búsqueda de libertad, de felicidad, de autenticidad, pero dentro de su mundo cotidiano concreto, nunca en abstracto.
Esta temática la enfoca en dos planos: el plano existencial (meditación sobre la condición humana); el plano social (denuncia de las injusticias sociales concretas, directamente relacionadas con la situación concreta de la España de la época). Estos dos planos aparecen entremezclados en sus obras.
Atendiendo a los contenidos o enfoques de sus obras, en la trayectoria de Buero pueden señalarse, en general, tres etapas:
1. La primera época (paralela a los años de búsqueda y el primer realismo social) iría hasta 1957 y predomina en ella el enfoque existencial.
Además de su primera obra Historia de una escalera (1949), en donde presenta a tres generaciones de varias familias modestas, con todos sus problemas de frustración, tanto por el peso del medio social como por la debilidad de los personajes, escribe las siguientes obras: En la ardiente oscuridad (1950), La tejedora de sueños (1952), Hoy es fiesta (1956) y Las cartas boca abajo (1957).
2. La segunda época, que abarcaría desde 1958 a 1968-70, es paralela al realismo social.
El predominio del enfoque social no supone un descanso en la atención por el individuo concreto, pero ahora se insiste más en las relaciones entre el individuo y su entorno. Los actos individuales quedan enmarcados en un tiempo y unas estructuras sociales concretas y se hace hincapié en las raíces y las consecuencias sociales de los actos (aunque todo ello dentro de los límites que le permite la censura). En esta época cultiva reiteradamente cierto tipo de “drama histórico”, aunque en estas obras la anécdota histórica es sobre todo un pretexto para plantear problemas actuales sorteando a la censura. Destacan sus obras: Un soñador para un pueblo (1958), Las Meninas (1960), El concierto de San Ovidio (1962), El sueño de la razón (1970) y El tragaluz (1967), que tiene también algo de histórico, aunque se sitúe en el presente y haga alusión a la historia reciente (la guerra civil y sus secuelas).
3. La tercera época, que se inicia hacia 1970. Algunos críticos la consideran más como de continuación o intensificación de la etapa anterior. Buero no quiere permanecer al margen de las inquietudes experimentales que proliferan en estos años.
Destacan obras como: La llegada de los dioses (1971), La detonación (1977), La fundación (1974), que nos introduce en una celda de presos políticos, donde se reflexiona sobre el compromiso con la realidad, la lucha por transformarla, el ideal de libertad, etc.
Lo más destacable de esta etapa en cuanto a los temas es que los contenidos sociales y políticos se hacen más explícitos. En cuanto a la técnica, las novedades escénicas son importantes: es primordial el desarrollo que alcanzan los llamados “efectos de inmersión” (recursos de sonido, luz... que hacen “oír” o “ver” las cosas tal como las imagina o percibe un personaje, a la vez que se logra, así, expresar la subjetividad y se propicia una participación más intensa del espectador).
El estreno fue un acontecimiento en el teatro de posguerra y significó la aparición de un nuevo teatro, cargado de profundas preocupaciones, en una línea existencialista, frente al teatro de evasión, más generalizado en aquel momento. Supo sintetizar la corriente realista con la simbolista de, por ejemplo, Alejandro Casona. Además, integró la tradición del sainete con la tragedia unamuniana o lorquiana. Tras el estreno, algunos quisieron repudiar la obra señalando que “sólo” era “un sainete”, o reprochando su “pesimismo”.
Otros autores antes habían utilizado el sainete para trascenderlo, como Valle-Inclán en buena parte de su obra (especialmente en La hija del capitán, en 1926), Arniches... La novedad es que él hace una tragedia de tipo unamuniano. El sentimiento trágico de la existencia lo impregna todo. Escribir la tragedia española moderna ya se lo habían propuesto Unamuno o Lorca. El modelo lorquiano no podía ser continuado, habría sido una mera repetición; pero Unamuno sí, porque no había conseguido encontrar un lenguaje teatral válido.
El uso del sainete es para él el hallazgo de un lenguaje fácil para el público y que no asustaba a los empresarios, quienes huían,en cambio, de todo lo “intelectual”. El éxito fue tan enorme que repitió la experiencia con Irene o el tesoro (1954) o Hoy es fiesta (1956). Posteriormente, la influencia de Historia de una escalera es notable en autores como Rodríguez Buded (La madriguera), Alfonso Paso (Los pobrecitos) o, sobre todo, Lauro Olmo (La camisa).
El tema central de la obra es la impotencia, el fracaso y la frustración que acompañan desde el comienzo a los protagonistas, quienes intentan, inútilmente, salir de la situación en que se encuentran. El medio social en el que se desenvuelven y sus propias circunstancias personales les impiden realizar sus ambiciones. En la obra se presenta la vida de tres generaciones en un proceso cerrado, caracterizado por dos sentimientos: la desilusión y el fracaso, aunque parece que al final Fernando y Carmina hijos podrán romper el círculo antes de que también a ellos les alcance el fracaso colectivo.
Los motivos secundarios son las causas (directas o indirectas) del fracaso y de la frustración de los personajes; son los siguientes:
q La pobreza y la resignación (a pesar de que no llegan a un estado de necesidad, los vecinos son pobres).
q El amor (se ha dicho que la obra es “el drama del amor frustrado”).
q La cuestión social (es una obra testimonio de los problemas de la España de 1919-1949).
q El tiempo (el paso inevitable del tiempo revela el fracaso de estos seres que, como ellos mismos presienten en el 1º Acto, jamás verán realizadas sus ilusiones juveniles).
q La incomprensión entre padres e hijos (la cita bíblica que encabeza el drama ya alude al choque generacional).
q La antinomia activos-contemplativos, presente en buena parte de la obra de Buero Vallejo. En este caso, el personaje activo es Urbano, frente al contemplativo Fernando (en El tragaluz, serán Vicente y Mario). Su oposición se verá reforzada por la lucha que mantienen por el amor de Carmina y, finalmente, por la guerra civil, eludida entre el segundo y tercer acto.
q El trasfondo mítico. En este caso, están presentes de forma subyacente los mitos de Caín y Abel y de don Quijote. El mito cainita aparece ya en la cita que abre la obra y va creciendo a medida que se oponen Urbano y Fernando, amigos casi hermanos y finalmente, tras el paso de los años (y de la guerra) enemigos irreconciliables que siembran su odio entre sus propios hijos. En cuanto al mito de don Quijote, el profesor Ricardo Doménech apunta la posibilidad de que, por debajo de la obra está latente, ya que los personajes aspiran a salir de una escalera “sanchopancesca” a una nueva España soñada.
Destacamos algunos procedimientos formales:
· Aunque los personajes están perfectamente dibujados y dan impresión de ser protagonistas (Fernando,Urbano, Carmina,Elvira), es la comunidad de vecinos, es decir, la colectividad, la auténtica protagonista de la historia. En este drama de familias se repiten a lo largo de tres generaciones las mismas pautas de comportamiento. La personalidad de los hijos es un eco de la de sus padres, y aquellos transmiten, a su vez, la herencia que han recibido.
· La obra está construida sobre una red de repeticiones y paralelismos que le dan unidad. Así, por ejemplo, opone la figura obesa de la señora Paca a la alta y delgada de doña Asunción, o las escenas en que Fernando y Carmina, padres e hijos, se declaran su amor.
· La escalera es un auténtico personaje. Se huye así del habitual salón de la comedia burguesa. Buero concede tal importancia a la escalera que incluso en una ocasión hace que el escenario permanezca vacío unos instantes, indicando en la acotación que “la escalera queda sola”. Todos los personajes se sienten ligados a ella; algunos la odian; otros, la consideran una vieja compañera.
· La característica principal de los diálogos de la obra es la recurrencia. Se tiene la sensación de que los personajes podrían estar hablando de los mismos asuntos acto tras acto e, incluso, parece que se continúan diálogos comenzados en un acto anterior.
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miércoles, 30 de noviembre de 2016
ORACIONES SUSTANTIVAS Y ADJETIVAS II
- Quien bien te quiere te hará llorar
- Dieron el premio a quienes recitaron mejor aquella poesía.
- Los que resultaron heridos fueron trasladados en una ambulancia que tuvo una avería.
- Vimos a los que instalaron la televisión en casa.
- El ascensor que se estropeó fue arreglado por los que lo instalaron.
- Confiaba en quienes lo ayudaron desinteresadamente.
- ¿Sabes quién pronunciará el pregón de las fiestas cuyo presupuesto se aprobó este año?
- La prensa exige que se aclare ese caso de corrupción que destapó la oposición.
- ¿Se me permitirá que cuente mi versión de los hechos sufridos este mes?
- Es evidente que tu hermano, agotado por las circunstancias, no hablaba en serio.
- No habéis comprendido cuál es el origen de ese movimiento artístico.
- Se dice que bajarán las temperaturas que subieron la semana pasada.
- El profesor, preocupado por los resultados del anterior examen, nos preguntó si habíamos entendido el enunciado del problema
- Estoy segura de que a su marido le interesará este libro que hemos publicado.
- Me conformo con que se me devuelva el dinero que me gasté.
- Ha llegado el momento de que te enfrentes a los hechos que has provocado.
- Nadie sabe el motivo de por qué ha presentado la dimisión.
- Él llegó dispuesto a que se le planteara cualquier duda.
- ¿Estás convencido de qué carrera te interesa?
- Es muy tarde para que sirvan comidas en este restaurante donde cenamos ayer.
- El conferenciante habló sobre cuáles fueron los orígenes de la crisis económica
- No tengo ninguna duda de que alcanzarás el éxito
- Bien sabe el asno en qué casa rebuzna
- Nos alegramos de que hayas aprobado en junio y de que tengas el verano libre.
- A tus padres, preocupados por ti, les interesa que acabes pronto la carrera
- Ese escritor, que ya ganó el año pasado, se siente muy seguro de que obtendrá el primer premio
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martes, 29 de noviembre de 2016
ORACIONES ADJETIVAS Y SUSTANTIVAS
1. Después de aquel año cuando
llovió en verano se aficionó a navegar
en barco.
2. Todos se preguntaron cómo
pudo evitar aquel riesgo que nadie preveía.
3. Nadie que se viera en aquel
espejo ignoraba que tenía un alma especial.
4. Giraron muy fuerte alrededor
de la fuente donde lucían los pequeños sapos.
5. La ciudad que describe
Borges no parece terminar nunca.
6. Me acerqué a la ventana cuyo
vano invitaba a saltar por los aires.
7. Estamos hablando de los
amigos con quienes nunca compartes nada.
8. Yo soy lo que el tiempo ha
querido.
9. Las avispas zumbaban sobre
un gatito negro, que se acurrucaba entre las hojas.
10. El agua brillaba del modo
como lo haría el oro en el fuego.
11. Los chiquillos, cuyas manos
cazaban los higos al vuelo, preguntaban si regresarían a casa.
12. Con los pies descalzos
pisaban el campo donde los terrones resecos cortaban la piel.
13. Ignoro dónde está el
paquete de cigarrillos que compré esta mañana.
14. Al que apareció primero le
permitieron cruzar la puerta que ocultaba el despacho.
15. A cualquier hora cuando no
trabajes escribe qué opinas sobre el asunto.
16. Desde el suelo, que estaba
reblandecido por el estiércol, contemplaba cómo volaban los pájaros.
17. Los domadores, de quienes
se alejaban los caballos sudorosos, se calentaban en la hoguera del patio.
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martes, 22 de noviembre de 2016
EJERCICIOS. SUBORDINADAS ADJETIVAS
La ciudad en que has vivido es muy atractiva.
2. Los que habían sido seleccionados no fueron al partido.
3. Le expliqué el lugar donde estaba el tesoro.
4. La actriz cuya película fue premiada por el director es española.
5. El vecino del que te hablé ha salido en la tele.
6. El coche en el que viajó era muy lujoso.
7. Esta mañana hemos visitado la casa que compré el otro día.
8. Esa extraordinaria obra ha sido escrita por un autor que tiene mucho talento.
9. El libro que está en el suelo no es mío.
10. Esa mujer es la directora a la que han nombrado.
11. Ha enviado una carta certificada el cartero a la mujer que vive en el cuarto piso.
12. He arreglado el mueble que el niño rompió ayer.
13. Esos temas de que habla son muy actuales.
14. La casa donde viví yo estaba destrozada.
15. Los papeles que Pablo te mencionó han sido robados por la mañana.
16. El trapecista al que admiraba no puso la red.
17. El árbol que compramos ayer en Villafranca se secó esta madrugada.
18. Los que habían sido seleccionados, se concentraron ayer.
19. La camisa que te compré en Roma es de algodón.
20. Le han solicitado las que fotocopiaron el primer día.
21. El arroz que nos sirvieron tenía demasiados trozos de pollo.
22. Ese amigo con el cual viaja tiene una masía.
23. Ha llegado el actor al que han premiado.
24. Habla mucho de sus aficiones las cuales eran poco edificantes.
25. Están aprobados los alumnos cuyos apellidos empiezan por W.
26. El charco donde nadan los patos no es muy grande.
27. El chico en quien más confiaba me defraudó.
28. En la vida no son raros los ejemplos que tomar del prójimo.
29. Mercedes se marchó de compras con María, con la cual no se lleva nada bien.
30. Esa casa, en cuyo salón a veces se ven fantasmas, fue construida por mi padre.
31. Aquellos infelices viven en un mundo propio donde nadie puede entrar.
32. Estuve en la finca de la que te hablé en mi carta.
33. Yo les quitaría de enmedio, que es lo más seguro.
34. Es un enigma irresoluble el modo como llevó a cabo su crimen.
35. Mi primo Agustín, el que se fue a América, está de visita en casa.
36. Alfredito es un patán insoportable que ha salido a la tonta de su madre.
37. Ahí hay unas cien serpientes, entre las cuales más de ochenta son venenosas.
38. No puedo acordarme del juez por cuya intercesión te libraste de la cárcel.
39. Eso que dices es falso, lo cual me confirma en la debilidad de tus argumentos.
40. Mande quien mande, yo haré lo que me dé la gana.
41. Recuerdo aquellos tiempos pasados, cuando éramos tan felices.
42. Jorge es uno de esos hombres a los cuales se puede hacer daño impunemente.
43. El hombre a quien acabas de saludar es un conocido gángster.
44. No vi ninguna cara conocida, por lo que me marché inmediatamente.
45. El terrorista, acosado por la policía, acabó pegándose un tiro.
46. El terrorista, viendo que la policía iba a detenerlo, acabó pegándose un tiro.
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jueves, 17 de noviembre de 2016
ESQUEMA DE COMENTARIO DE TEXTO
Aquí tenéis el esquema que hemos trabajado en clase. Como veis, en cada apartado se aclara qué apuntes tenéis que utilizar.
1.
TEMA:
2.
RESUMEN:
3.
TIPO DE TEXTO: Utilizar apuntes de El texto: características y
clases/ El texto literario/Formas de discurso
4.
ANÁLISIS LITERARIO
Al
tratarse de un texto literario, …. Utilizar apuntes de El texto
literario
Se trata de una novela perteneciente a ……………., por lo que
destacan en ella aspectos propios de la generación y del autor, como son:….
Utilizar apuntes de los temas de literatura correspondientes.
5.
ANÁLISIS LIGÜÍSTICO Y ESTILÍSTICO:
5. 1. Desde el punto de vista de las propiedades
textuales, destaca el uso procedimientos de cohesión del texto, en
especial …..Utilizar los apuntes de El texto: características y clases
5. 2. Como formas del discurso, se emplean ……
5. 2. 1. Para la narración ….. Utilizar los apuntes de Formas de
discurso.
En el nivel morfológico-sintáctico Utilizar los
apuntes de Formas de discurso.
En el nivel léxico-semántico Utilizar los apuntes
de Formas de discurso.
5. 2. 2. El diálogo: Utilizar los apuntes de Formas
de discurso.
6. CONCLUSIÓN: En
definitiva, se trata de ….
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Comentario de textos
sábado, 29 de octubre de 2016
ANTONIO MACHADO. CAMPOS DE CASTILLA
EL
AUTOR
Antonio
Machado (Sevilla, 1875-Coillure, Francia, 1939)
Mirembro tardío de la Generación del 98, su
obra inicial suele inscribirse en el Modernismo. Fue uno de los miembros más
representativos de la Generación del 98, y su obra es un vivo reflejo de esa
España en decadencia cultural y política que tanto preocupó a los intelectuales
de su tiempo.
Su obra poética se inicia
con Soledades, en 1903, que
reedita con numerosas modificaciones en 1907 con el título de Soledades, galerías y otros poemas,
en pleno auge del Modernismo. Predomina en esta obra un tono melancólico y
doliente. La anécdota argumental es casi inexistente y los temas son los
propios del intimismo posromántico: el amor, el paso del tiempo, la soledad, la
infancia perdida, los sueños…Es ya muy característico el empleo de símbolos: el
camino, el espejo, el cristal, la fuente, el laberinto, la tarde, el jardín…En
la edición de 1907 se suprimen los poemas más superficialmente modernistas y se
añaden muchos nuevos, de una línea más intimista.
Con Campos de Castilla, 1912, explora nuevos caminos en la línea
noventayochista. Atiende, sobre todo, al espacio geográfico que le rodea – las
tierras castellanas – y a los hombres que lo habitan. En esta obra conviven
poemas muy diversos:
• Descripción
de paisajes y gentes de Castilla, desde una óptica noventayochista.
• Dura
visión de España tradicional, religiosa y conservadora.
• Poesía
sentenciosa de tipo filosófico y moral: Proverbios y cantares.
El libro Nuevas canciones, 1924, recuerda
en alguna de sus partes el tono nostálgico del primer Machado. Hay una
presencia de tierras sorianas, evocadas desde lejos; las hay, también, de la
Alta Andalucía, espacio geográfico real y mítico a la vez. Continúa, además, en
el nuevo libro, la línea sentenciosa que ya iniciara en Campos de Castilla.
CAMPOS
DE CASTILLA, 1912.
1.TEMAS
Y MOTIVOS
Este
poemario se caracteriza por su variedad temática: el paisaje, Castilla, la muerte de Leonor, lo religioso y filosófico.
EL
PAISAJE
Aparece recreado con objetividad
aparente, pero en él subyace una gran carga subjetiva derivada de la proyección
de los propios sentimientos del poeta sobre las tierras castellanas, de las que
selecciona un grupo de caracteres esenciales: la austeridad, la pobreza y la dureza.
Un grupo de poemas
testimonia la admiración de Machado ante el paisaje de Castilla, trasunto del
ser de España: Orillas del Duero, A orillas del Duero, Las encinas,
Amanecer de otoño.
Aveces incorpora al paisaje
la presencia humana, con lo que los
ambientes naturales se convierten tanto en un signo de una perspectiva
histórica sobre el ser de Castilla, como de una voluntad adoctrinadora. Esta
presencia humana suele girar en torno al campesino
castellano que, humilde y luchador, ha heredado también antiguos vicios,
como la codicia y la envidia. Es lo que ocurre en Por tierras de España,
El dios ibero o en Un criminal.
Destacan también los
motivos relacionados con los elementos naturales. Cabe destacar dos. El primero
es el árbol, que presenta una
simbología distinta según la especie de que se trate: la encina está unida a la sencillez, el
roble se relaciona con la guerra, etc. El segundo es el río Duero, muy reiterado y casi personalizado, por cuanto supone
un trasunto de la vida de las gentes castellanas.
Cuando se
marcha a Baeza, esta ciudad y sus campos recordarán su pasado histórico,
relacionado con la época de la dominación musulmana (Baeza= ciudad moruna; Guadalquivir=alfanje roto y disperso), en
poemas como Los olivos, Noviembre, 1913. Asimismo, los poemas
evocan el paisaje castellano desde la lejanía andaluza, bien con nostalgia y
tristeza, bien en unión con el recuerdo de Leonor, la esposa recientemente
fallecida en Soria (Recurso, Caminos).
EL
TEMA DE CASTILLA
Síntesis del tema de España, se trata
de forma más objetiva que el paisajístico. En él se observa una visión crítica
y una adscripción política progresista,
dentro de una línea regeneracionista propia
de la Generación del 98. En los poemas Del pasado efímero, El
mañana efímero o Una España joven, Machado
aboga por una nueva España en que no haya sitio para las lacras del país: la
miseria, el atraso, la codicia campesina y la envidia. En este grupo se incluye
el largo romance La tierra de Alvargonzález, fruto del propósito inicial
de componer un romancero sobre la tierra castellana; pero que deriva hacia una
crítica contra la codicia y la envidia, que Machado consideraba rémoras
sociales; y que se convierten en los núcleos temáticos del romance.
LA MUERTE DE LEONOR
Un pequeño grupo de poemas
tienen como tema el recuerdo de la muerte de Leonor: A José Mª Palacio,
Señor,
ya me arrancaste lo que yo más quería…, Una noche de verano.
EL TEMA RELIGIOSO
Dentro de una concepción
típica de la Generación del 98, que optaba por un Dios en comunión directa con
el hombre y despreciaba la religiosidad externa, y declaraba su disgusto por la
huella de la presión clerical, que no predica la autenticidad y que siempre
está de parte del poder. Dentro de este tema destaca El dios ibero,
mientras que, desde la visión religiosa personal, sobresalen Saeta
y algunos poemitas de la serie Proverbios y cantares, que
tienen como denominador común el ansia de divinidad, al tiempo que a certeza de
lo inalcanzable e incomprensible que resulta Dios.
EL TEMA FILOSÓFICO
El autor lo desarrollará en el siguiente
libro, pero aflora en varios textos de éste, como Poema de un día, y
se ahonda en la serie Proverbios y cantares. En
estos poemas filosóficos, Machado se sitúa en sintonía con el pensamiento de
Platón y Kant, y evidencia el influjo que sobre él ejerció Unamuno, su maestro
intelectual.
2.PRINCIPALES SÍMBOLOS MACHADIANOS EN LA
OBRA
Se vale de símbolos para comunicar determinados
temas presentes en sus obras. Trataremos los símbolos de Campos de Castilla en
relación a los dos grandes ejes temáticos.
•
El problema
existencial: El paso del tiempo. La muerte
Algunos de los símbolos que hacen referencia al paso tiempo, ya presentes en su 1ª
obra, son:
- El agua
Este símbolo es quizá el que con mayor insistencia
y también con mayor hondura vivencial reitera a lo largo de su obra. El agua
del río, de la fuente, de la lluvia… su fluir casi imperceptible, constante, se
hace símbolo del fluir temporal y,
por ello, de la vida interior; puede
representar la muerte, quieta en la taza de la fuente o, en la inmensidad del
mar al que confluyen todas las aguas. (Ver poema CXXVIII)
- La tarde
Suele expresar el sentimiento melancólico de la vejez espiritual. Por esto, los
adjetivos referidos a colores que acompañan a la tarde y a los elementos del
paisaje en esa hora (rojos, cárdenos,
violetas…) se cargan por contagio semántico de estas connotaciones de
melancolía y tristeza. (Ver poema CXVIII)
- Los
caminos
Los caminos están presentes en su poesía desde sus
primeras composiciones. El caminar errante, sin meta prefijada, es ante todo un
sentimiento de pesar sin consuelo, una nostalgia de la vida que se va dejando y
que también anticipa el horror de llegar.
Los caminos son frecuentemente símbolos
de la vida o bien aparecen asociados con ésta. Cuando esto ocurre en el
poema, el camino real se difumina, se borra hacia la lejanía, hacia el futuro,
del que nada podemos decir; y, al mismo tiempo, se convierte en motivo de
melancolía, de ensueño que trae recuerdos (Ver poema Caminos). La idea de que
el camino no está hecho, sino que se hace a la vez que el acto que lo realiza
(“se hace camino al andar”) se ve reforzada por otras imágenes. (Ver Proverbios y cantares CXXXVI-XXIX).
- Los
elementos del paisaje y el tiempo vivido
En el proceso de identificación del alma con las
cosas del mundo adquieren especial relevancia los elementos de la naturaleza
(los ríos, los atardeceres, los árboles,…). En Campos de Castilla entre
los elementos configuradores del paisaje a los que el poeta dota de
significación simbólica en relación con el paso del tiempo están los ríos – en especial el río Duero- (A orillas del Duero: “como tus largos ríos, Castilla, hacia la
mar”)- y los árboles -en
especial el olmo, árbol de la infancia en algunas composiciones y de la
madurez, la vejez en otras.
Sus reflexiones sobre la muerte son una
consecuencia lógica de la preocupación por el paso del tiempo. La muerte se
manifiesta de formas diferentes: la brevedad e inconsistencia de la vida, la
decadencia del hombre y de las cosas, de los elementos de la naturaleza,… Los
símbolos con los que se alude a la muerte son numerosos: el mar (ver serie Proverbios y cantares, CXXXVI-XLV), el ocaso, el otoño, la sombra, la luna,…
El mar simboliza con frecuencia la
ciega inmensidad de la muerte, lugar al que confluyen todos los ríos, siguiendo
la alegoría de Jorge Manrique. Cada ser, como una ínfima gota, se pierde y
desaparece en la inmensidad del mar-muerte (“Morir ¿Caer como gota / de mar en el mar inmenso?”, Proverbios
y Cantares)
3. ESTRUCTURA
Externamente, el poemario, como quedó
establecido en 1917, consta de cuatro grandes núcleos:
• 40
poemas, entre los que se incluye el largo romance La tierra de Alvargonzález.
• Proverbios
y cantares, serie de 53 breves textos.
• Parábolas, serie de 8 poemas muy cortos.
• Elogios, que reúne 14
composiciones dirigidas a poetas e intelectuales contemporáneos.
Todo este conjunto se estructura
internamente según los temas tratados y de la evolución de las fechas en que se
compusieron los textos. En este sentido, el
eje cronológico se sitúa en 1912: primera edición del libro y regreso de
Machado a Andalucía. El poema Recuerdos, fechado en abril
de 1913, tras la muerte de Leonor y cuando Machado parte hacia Andalucía, sirve
de punto de inflexión para establecer esta estructura.
4.PRINCIPALES
RASGOS FORMALES
Antonio
Machado somete desde sus inicios poéticos su estilo a un proceso de depuración
en busca de la esencialidad, hecho que explica que partiendo del Modernismo
esteticista llegue a una poesía sencilla, breve y concisa.
El léxico
Machado tiene, evidentemente, un vocabulario
predilecto. Además de los símbolos examinados en el apartado anterior (el agua,
el mar, el camino, los árboles…), toda la obra poética de Machado está marcada
por el empleo de un vocabulario que evoca el tiempo que pasa, el ritmo de los
meses y de las estaciones, la caducidad de las cosas. En este sentido, hay que
señalar un vocabulario referido a lo que él mismo llamaba “signos del tiempo”. Siendo el tiempo el tema vertebrador de su
obra, las palabras que pueden funcionar como deícticos temporales (adverbios —hoy, mañana, ayer, todavía, nunca, ya, aún…,
demostrativos —estos, aquellos…—)
aparecen de continuo en sus poemas. Estos deícticos no suelen aparecer solos,
sino que se combinan en antítesis temporales para expresar vivencialmente la
relación pasado-presente-futuro (ver El dios ibero CI). Los adverbios de lugar
(aquí, allá…) y los demostrativos (estos, aquellos…) tienen también este valor deíctico; y sus
antítesis espacio-temporales señalan también antítesis correspondientes a
estados de ánimo (CXXI)
En oposición a estos signos del tiempo, el poeta
utiliza un vocabulario abstracto
para referirse a lo que define como “revelaciones
del ser en la conciencia humana” relacionados con los universales del
sentimiento: sueño, mágico, alma, ilusión, encanto, armonía…
Una de las características más señaladas entre los
escritores de la llamada generación del ’98 es el uso —incluso la recuperación—
del léxico arcaico y/o rural: tahúr, albur, sayal, juglar…arcadores,
perailes, chicarreros…
Procedimientos
estilísticos
- La
repetición de palabras o expresiones que produce un efecto de insistencia,
de obsesión o de encantamiento: Campo,
campo, campo; esta tierra de olivares
y olivares… O sirve para imitar un movimiento: Se vio a la lechuza / volar y volar. O trata de reflejar una
emoción tan fuerte que resulta indecible: ¡Oh,
fría, fría, fría, fría, fría!
- El uso de símbolos, que se convertirán
en el universo imaginario de Machado: el agua, la fuente, el camino, el mar…
Toda la poesía de Machado está recorrida por estas intuiciones vivas y frágiles
que revelan que la realidad, por la metáfora, la imagen o la comparación, debe ser
una conquista del lenguaje.
- Dos aspectos manifiestan su deseo de comunión íntima con lo que le rodea;
primero, se observa en la frecuente humanización
de las cosas, de los objetos, de los paisajes: el agua clara que reía; cárdenos
nublados congojosos; Hierve y ríe el
mar… En segundo lugar en el empleo
de la exclamación, uno de los rasgos más peculiares de este poeta que no
abandonará jamás, puesto que le permite traducir su emoción ante los objetos,
los seres humanos o los acontecimientos: ¡Hermosa
tierra de España!; ¡Oh, flor de
fuego!; ¡Tierras de la luna!...
Con este gusto persistente por la exclamación, se puede relacionar también el
uso frecuentísimo de la interrogación,
que da a sus versos un tono personal.
La métrica
La métrica merece también una atención especial en
la caracterización del lenguaje poético de Machado: variedad extraordinaria de metros y estrofas y, al mismo tiempo,
naturalidad y espontaneidad; armonía intensa de los poemas, acentuada a
veces por rimas internas; armonías vocálicas; mezcla, muy sorprendente, de
tradición y modernidad, de ecos clásicos y populares. En Antonio Machado se
cumple la vieja aspiración poética de la difícil sencillez.
En cuanto a los metros, los versos
preferidos en Campos de castilla son los clásicos de la tradición
española: el octosílabo, de
tradición popular, y el endecasílabo,
de tradición culta. En numerosas ocasiones, el endecasílabo aparece combinado con el heptasílabo. En menor
medida utiliza el alejandrino, que había sido uno de los preferidos en la obra
anterior.
En cuanto a las
estrofas, hay gran variedad: romances,
cuartetas, redondillas, coplas, décimas y la silva.
4.- Importancia de la obra en la poesía
española anterior a la Guerra Civil.
Se considera la síntesis más representativa del
pensamiento crítico-historicista del 98, un libro intensamente representativo
de aquella sincera preocupación por
España y el ser del hombre.
Aunque fue respetado por los autores de la generación
del 27, los poetas de posguerra fueron
los que realmente supieron valorarla. Así, Blas de
Otero lo convierte en el más alto ejemplo de poesía y de humanidad. Su
presencia se percibe, también, en la poesía de Leopoldo Panero, seguidor entrañable de Machado en el tratamiento
lírico del paisaje; y en la de Luis
Rosales, especialmente en su poema-libro La casa encendida. También destaca su influencia en José Hierro y Gabriel Celaya.
Los poetas de la llamada “segunda generación de
posguerra” rescataron de Machado su aspecto de hombre comprometido socialmente.
Así ocurre con Ángel González, José Manuel Caballero Bonald y José Ángel Valente. También en Jaime Gil de Biedma se observan
coincidencias de actitud con Machado, del mismo modo que no es infrecuente la
mirada hacia Machado de Francisco Brines,
Claudio Rodríguez y de José Agustín Goytisolo.
Hacia 1970 surge
una nueva promoción de poetas, los Novísimos. Machado para ellos era un
obstáculo, fundamentalmente por la prioridad que nuestro autor dio a las
preocupaciones morales y, en general, humanas, por su obstinada defensa del
habla natural en el verso, y por sus modos poéticos externos.
Durante las décadas de los ochenta y los noventa, los poetas
españoles jóvenes o no tan jóvenes volverán la mirada hacia la obra multiforme
a integral de Antonio Machado; es el caso, por ejemplo, de Andrés Trapiello, José
Mateos, y, especialmente, Luis
García Montero.
Etiquetas:
Lecturas,
Literatura,
Siglo XX
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