viernes, 30 de mayo de 2014

COMENTARIO TEXTOS HUMANÍSTICO

COMENTARIO TEXTOS HUMANÍSTICO
1.       Aspectos generales
1.a.    Introducción:
-          Señalar tipo de texto y el género. El tipo de texto será el humanístico, dedicado a transmitir temas del campo de las ideas, con tendencia a la abstracción, abierto al debate y en el que está presente lo ideológico y lo subjetivo. Los más frecuentes son el ensayo, el artículo periodístico de tipo ensayístico o el estudio.
-          Tema
-          Relación con la época y el movimiento literario a que pertenece
1.b.    Desde el punto de vista pragmático:    El emisor es un especialista con intención de transmitir unos conocimientos. Según la actitud del autor y la finalidad del escrito,  el texto puede ser especulativo  (puramente reflexivo) o doctrinario (pretende influir sobre el lector). Según el receptor, el texto puede ser divulgativo o especializado.
1.b.1.  Según si se trata de un estudio o un ensayo, podemos encontrar rasgos diferenciales:
1.b.1.a.  En el estudio: unidad temática, objetividad, exhaustividad, precisión terminológica, sujeción a convenciones metodológicas.
1.b.1.b.  En el ensayo: variedad temática, subjetividad, pretensión de sugerencia, voluntad de estilo literario, estructura libre y abierta.
-          En cuanto a las funciones del lenguaje, la representativa será dominante, sobre todo en los textos especulativos; la apelativa la encontraremos en los doctrinarios. La metalingüística, cuando se explique terminología. La expresiva y la poética podrán estar presentes sobre todo en los ensayísticos. En especial encontraremos paralelismos, reiteraciones, metáforas, símiles, personificaciones...
2.       Modalidad del discurso: Predominan la argumentación y la exposición, que, con frecuencia, aparecen entremezcladas en un mismo texto.
2.a.    La estructura puede ser muy variada, aunque el texto suele ajustarse al esquema básico de introducción, desarrollo y conclusión.
2.b.    En cada caso, no obstante, se opta por diversos modos de progresión temática : inductivo(de lo particular a lo general), deductivo (de lo general a lo particular),
2.c.    A esto se pueden añadir otros elementos: definiciones, descripciones, enumeraciones, ejemplos, comparaciones, contrastes…
2.d.    Tipos de argumentación:
2.d.1.  arg. racional: -lógica (-razonamientos, -ejemplificación, -generalización con argum. del sentido común, máximas, refranes, -citas o argumentos de autoridad); -analógica   (comparación, -contraste, -metáfora).
2.d.2. - arg. afectiva: -argumentos para conmover, recursos retóricos, connotaciones, adjetivación valorativa…
2.e.    Incluso la narración o el diálogo pueden aparecer, sobre todo en los ensayos. En tal caso, analizar sus caracaterísticas (ver textos literarios.)
3.       Aspectos morfosintácticos:
3.a.    Predominio de la modalidad enunciativa / variedad de modalidades, son frecuentes la exclamación y la interrogación retórica.
3.b.    Abundancia de sustantivos abstractos. Dichos sustantivos son, en ocasiones, neologismos creados mediante derivación sobre adjetivos con sufijos como –idad, lidad, iento, ancia;  y sustantivación de adjetivos mediante anteposición de artículo neutro: lo bello, lo útil.
3.c.    Predominio de la adjetivación especificativa en el estudio / importancia de la adjetivación explicativa y valorativa en el ensayo.
3.d.    Abundan los verbos de opinión y pensamiento tanto en el estudio como en el ensayo.
3.d.1.  En el estudio: preponderancia del indicativo, uso del plural de modestia, procedimientos sintácticos de ocultación el sujetohablante.
3.d.2. En el ensayo: mayor variedad de modos verbales (se presentan el imperativo y, sobre todo, el subjuntivo en forma de exhortaciones y llamadas de atención al lector), plural sociativo (analicemos, veamos ).
3.e.    En la sintaxis:
3.e.1. En el estudio: búsqueda de la claridad a través de una sintaxis apropiada (parataxis, subordinadas adverbiales impropias, construcciones explicativas, periodos breves, trabazón lógica mediante marcadores del discurso, etc.)
3.e.2. En el ensayo presenta plena libertad, dependiendo de la intención y voluntad estilística del autor, el texto presentará unas u otras características sintácticas.
4.       Aspectos léxicosemánticos:
4.a.    Presencia de tecnicismos, sobre todo en el estudio, pero también en el ensayo.
4.b.    Abundan las citas literales de textos de otros autores, muchas veces utilizadas como argumento de autoridad.
4.c.    Léxico connotativo y vocabulario tendente a la abstracción.
5.       Procedimientos de cohesión : presencia de recursos de repetición, sustitución, elipsis y marcadores textuales. Los marcadores más frecuentes son los que marcan la actitud del hablante y su punto de vista (probablemente, en realidad), los organizadores textuales (por cierto, en conclusión) y los que relacionan contenido (no obstante, por tanto...)

TEXTO MODELO: HUMANÍSTICO.
Aquí, en efecto, empieza ya a definirse la alteración mental iniciada desde años atrás.
Olivares se daba cuenta de que todo estaba perdido. Aquel mismo año, 1641, hace un testamento, pieza esencial para juzgarle. En el, enfrentado con Dios y con la Historia, cerrados de momento los oídos a las desdichas que le rodeaban, resurge todavía, ya tocado de neto delirio, su espíritu de grandeza. No es de los rasgos menos llamativos de este delirio su absurda esperanza de tener hijos todavía con su mujer Doña Inés. Pero, por si acaso, reconoce al hijo del amor clandestino, a Julián, a la vez que el Monarca reconoce al Don Juan, hijo de Calderona.
Después ya es todo triste declinación, salvo el arranque magnífico de la publicación del Nicandro, el papel con que se defiende de los que cobardemente le atacan después de caído y en el que, por vez primera, su cuerpo decrépito se alza altaneramente ante el Rey —el ídolo— y le amenaza. Un destello más, el postrero, allá en Toro, próximo a morir, cuando pide al Rey que le permita alzar gente de a caballo para socorrer la frontera de Portugal. Son los últimos fulgores de su ambición genial. Después, se fue poco a poco hundiendo en la demencia, que será estudiada en el último capítulo.
Así fue la vida interior del Conde-Duque, torturada por el vaivén descomunal entre la desesperación y la gloria. Pocos, repitámoslo, sospecharán tan hondas, tan entrañables miserias humanas en aquel gigante, que los retratos y los cuentos nos han hecho ver como un monstruo de vanidad y de astucia.
Gregorio Marañón, El Conde-Duque de Olivares


            Estamos ante un texto humanístico de tema histórico. Pertenece al género del ensayo.
            En él el autor expone su opinión acerca de la personalidad humana del Conde-Duque de Olivares. Lo hace tomando partido frente a quienes ven en esa en esa figura histórica “un monstruo de vanidad y de astucia”.
            El autor, Gregorio Marañón, pertenece a la generación del 14, o Novecentismo, epígonos del 98 y precursores del Vanguardismo, autores que buscaron en el ensayo un medio con el que hacer avanzar una cultura por la que clamaban sus precursores noventayochistas.
            Desde el punto de vista pragmático, el autor es un médico, especialista en psiquiatría, que escoge el ensayo histórico para dirigirse a un público no especializado: la claridad y la sencillez expresivas, así como el hecho de que la exposición sea más importante que la argumentación, garantizan la finalidad divulgadora del texto. Con todo, en tanto que exposición histórica y psicológica, el texto manifiesta la cualidad especulativa de su lenguaje en el abundante vocabulario abstracto que contiene. El carácter subjetivo de la exposición (opinión del autor sobre un asunto histórico concreto) deja abierta la posibilidad a los recursos literarios.
En cuanto a las funciones del lenguaje, la que se emplea con más abundancia es la función poética, propia de los ensayos. Hay que tener en cuenta que los recursos literarios son manifestación de la subjetividad del autor.  La subjetividad se manifiesta en forma de una no disimulada simpatía del autor por el personaje: lo comprende y compadece y lo defiende de las acusaciones tradicionales.  Esta subjetividad se manifiesta en: la selección léxica, las figuras de pensamiento  y la adjetivación. Veamos algunos casos:   
            —el cultismo “postrero” y el arcaísmo “alzar gente a caballo” son recursos estilísticos que prestan dignidad literaria al texto.
            —para atenuar cualquier inculpación del personaje: perífrasis o circunloquios: “alteración mental” “amor clandestino”; lítotes: “No es de los rasgos menos llamativos”; paradoja: “entrañables miserias humanas”, en la que además vemos la anteposición del adjetivo, que indican claramente la subjetividad del autor; metáforas y antítesis, por ejemplo, para el autor es un “gigante” mientras que para sus detractores es un “monstruo”
            —el adjetivo es abundante: predominio del adjetivo calificativo especificativo; el explicativo o epíteto apenas aparece: “triste declinación”; lo que significa que es más importante la función referencial que la expresiva. Además, hay un equilibrio de la posposición y la anteposición del adjetivo especificativo: la valoración subjetiva y objetiva se compensan, lo que confirma la intención de expresar lo subjetivo de un modo objetivo, aunque los casos en los que aparece la anteposición son claves porque el autor manifiesta abiertamente su postura subjetiva: “absurda esperanza” “Tan hondas, tan entrañables miserias”
            La modalidad de discurso empleada es una mezcla de exposición y argumentación. La disposición es deductiva.
En cuanto a la estructura del texto, podemos dividirla:
—Párrafo primero: exposición de la idea central del texto: Olivares no es un loco, sino que en un momento determinado empieza a sufrir una determinada alteración mental. En este primer párrafo encontramos, por tanto, la tesis.
—Párrafo segundo y tercero: desarrollo narrativo de esa idea. Son los más extensos.
—Párrafo cuarto: conclusión, encabezada por el adverbio “así”. Se contrasta la opinión del autor con la versión estereotipada.
            La argumentación empleada es de tipo afectiva, pues utiliza adjetivación valorativa como “hondas, entrañables miserias”, o contrastes como “gigante” frente a “monstruo”, así como la narración ejemplificadora de su torturado final.       Veamos ahora los rasgos lingüísticos por niveles. La característica más importante de la exposición es la claridad, que se comprueba en los distintos niveles lingüísticos: morfosintáctico y léxicosemántico.    
            En el nivel léxico el rasgo más relevante es el empleo de vocabulario común, no especializado, en perfecto equilibrio con el uso del vocabulario abstracto propio del ensayo humanístico: alteración mental, delirio, espíritu de grandeza, ambición, demencia, vanidad, astucia. Es un factor de claridad.
            En cuanto a la sintaxis hay un equilibrio de coordinación y subordinación, que también favorece la claridad. Entre las subordinadas las más frecuentes son las adjetivas (las desdichas que le rodeaban, el papel con el que se defiende de los que cobardemente le atacan …)  y las sustantivas (de CN: su absurda esperanza de tener hijos; de CD: pide al rey que le permita alzar gente...), que precisan las significaciones, y las adverbiales, sobre todo las temporales (un destello más … cuando pide al rey que le permita…), que añaden matices circunstanciales.
            El tiempo predominante es el presente histórico que comunica objetivamente (indicativo) sucesos pasados (narración histórica) presentados desde la perspectiva actual del hablante y el oyente (exposición): hace testamento, reconoce al hijo de un amor adúltero, se defiende, le atacan…). También se utilizan las formas genuinas del pasado: imperfecto, que ordena el primer párrafo narrativo: “Olivares se daba cuenta...”, y el indefinido, que aparece al final de la narración: “Después se fue poco a poco hundiendo” “Así fue la vida interior”.
            Desde una perspectiva léxicosemántica no se utilizan tecnicismos ni aparecen citas de otros autores, sino que el vocabulario empleado es el usual en los textos académicos.
            Finalmente, encontramos varios recursos de cohesión que enlazan los elementos del textos. Son recursos de repetición la reiteración léxica mediante sinónimos: “delirio, alteración mental, demencia”. También se utiliza la elipsis: “Olivares.... Hace...”, o la deíxis mediante el pronombre: “el testamento.... en él...”. Ejemplos de conectores que dan al texto coherencia y cohesión: “después” (de tiempo), “así” (de conclusión), “un destello más” (de adición).  



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